15 personas diarias se declararon oficialmente en quiebra entre abril y mayo
En dos de los meses más duros de la crisis provocada por la pandemia, se registraron 915 liquidaciones de personas, según la superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento. En lo que va del año, se registra un alza de 13,3% y expertos advierten que lo peor está por venir. ¿Cuándo quebrar?. Dos personas cuentan su experiencia de la bancarrota oficial
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Cristina Jorquera (61) comenzó el proceso para declararse en quiebra en marzo de este año. Hace más de 20 años tiene el minimarket Villarrica, en la comuna de El Bosque. Con el estallido social las ventas bajaron y los robos comenzaron a ser frecuentes. Esperaba que en marzo el panorama mejorara, pero la pandemia agrió sus esperanzas. Así, pagarle a los bancos se le hizo imposible. Renegoció con las instituciones financieras, "pero aun así no podemos", afirma Cristina.
Hoy solo le queda uno de los varios proveedores que tenía. Los bancos han comenzado a exigirle el pago de las cuotas vencidas. El minimarket está bajo su rut como persona natural y con la liquidación va a perderlo. "Se van a llevar las máquinas y todo. Significa empezar de cero otra vez y, a estas alturas, nadie me va a dar crédito. No sé qué más hacer, ya no duermo, no puedo descansar", dice Cristina con voz entrecortada.
Ella es una de las 13.553 personas que desde 2014, con la modificación de la ley, se han liquidado de forma voluntaria. Según datos de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento (Superir), entre enero y mayo de este año se han iniciado 2.211 procedimientos de liquidación de personas, 13,3% más que el mismo periodo de 2019, cuando se contabilizaron 1.951. Si se considera solo abril y mayo de este año, dos de los meses más duros de la pandemia, con una caída de 14,1% de la economía en abril, 915 personas se declararon en quiebra, es decir, 15 diarias.
Se pierde todo
La ley de Reorganización y Liquidación de activos de Empresas y Personas está vigente desde 2014 y permite que una persona natural pueda liquidarse voluntariamente, o bien, renegociar con los acreedores, como si fuera una empresa. Al optar por liquidarse, se debe iniciar un Procedimiento Concursal de Liquidación, que se puede solicitar a través de la oficina virtual del Poder Judicial, expresando ante el juzgado su incapacidad para pagar y detallando sus activos. El juez nombra un liquidador, quien gestiona la venta de todos los bienes con lo que paga a los acreedores. El resto de la deuda se extingue y sale de Dicom y boletines comerciales. ¿El costo? Perderlo todo.
El camino de la renegociación, en cambio, se recomienda para aquel cuyos bienes valgan más que sus deudas. En tal caso, lo mejor es buscar reducir los intereses y prolongar los plazos de pago, renegociando con los acreedores. Este proceso se puede realizar a través de los trámites en línea de www.superir.gob.cl.
El superintendente de quiebra en 2010 y actual coordinador de la Clínica Jurídica Pyme de la Universidad Finis Terrae, Cristián Palacios, quien asesoró al ministerio para modificar la ley, dice que el cambio "facilitó el acceso al régimen de insolvencia formal y acortó la duración del proceso. Uno de los grandes beneficios es que la persona termina el procedimiento libre de deudas, pudiendo proyectar con más tranquilidad y esperanza el futuro próximo".
Un consejo: renegocie primero
Según el superintendente de Insolvencia y Reemprendimiento, Hugo Sánchez, no todos llegan a niveles de insolvencia tan profundos como para necesitar una liquidación, por lo que recomienda utilizar este mecanismo cuando realmente no pueda renegociar más y aun con rebajas no pueda pagar. Por ello, insta a las personas que ahora están con problemas de liquidez y anticipan que podrían tener semanas complejas en lo económico, a raíz de los efectos de esta pandemia, a no esperar llegar a una profunda insolvencia y pedir asistencia a la Superir para buscar una salida mediante renegociación.
Defensa Deudores, es un grupo de abogados que lleva más del 40% de todos los casos de quiebras de personas en Chile y según Ricardo Ibáñez, abogado y socio fundador del estudio jurídico, la deuda promedio de quienes concurren a la quiebra es de $28 millones, con un promedio de siete acreedores diferentes. Un ejemplo: Andrea Morales.
Andrea (34) terminó su proceso de liquidación en diciembre de 2018 y ya no figura con deudas.
Comenzó con un crédito Corfo para estudiar y ser profesora de inglés. Al titularse se compró su primer auto y en 2014 tuvo un hijo que nació con una alergia alimentaria, por lo que "gastaba más de mi sueldo en leche", comenta. Aceptó los créditos que le ofrecieron los bancos, gastando más de lo que ganaba en pagarlos. Vivía con sus padres, por lo que su único bien era el auto que se terminó rematando en $2.800.000, mientras que su deuda era de más de $28.000.000. "No tenía otra opción", dice Andrea. Los cobradores la acosaban a diario.
Hoy sus papeles parecen estar limpios y encontró un trabajo como asistente en administración bilingüe en una empresa de energías renovables. Sin embargo, "tengo la incertidumbre de si algún día podré pedir un crédito hipotecario para tener mi casa", plantea. Al respecto DF consultó en un par de bancos, donde dijeron que efectivamente se consideran los antecedentes que los propios bancos tienen, pero se evalúa la situación actual de la persona y la posibilidad actual de pagar los créditos.
Morales cuenta que ha intentado pedir créditos por mera curiosidad, pero los bancos siguen castigándola. Cristián Palacios admite que "si bien el régimen concursal chileno constituye un gran alivio para superar el sobreendeudamiento, no es en absoluto un comodín mágico que borra en su totalidad el pasado".
¿Cómo una persona en quiebra paga un abogado?
Los abogados que se dedican a esto, generalmente, cobran un porcentaje menor de la deuda que se paga en cuotas de 12 a 16 meses. "Eso era viable pre pandemia y no sé cómo lo va a resolver el gobierno con respecto a la asesoría legal", señala Ibáñez, quien demás advierte que si pre pandemia el promedio de tiempo para encontrar trabajo era de unos 90 días, ahora ese periodo se podrían extender de 12 a 18 meses, "por lo que muchos no van a tener cómo pagar".
Andrea Morales cuenta que durante 12 meses casi siempre tuvo trabajo para pagar al abogado.
Solo al final debió realizar clases particulares para cumplir, porque había quedado sin empleo.
A pesar de eso, "era muy distinto pagar con mi sueldo una cuota para los abogados, que el hecho que se me fuera todo el sueldo en pagar las deudas".
Principales acreedores son tiendas del retail
Si pensamos que el desempleo va a llegar a alrededor de 20%, "para miles no va a existir otra posibilidad más que declararse en quiebra", afirma Ibáñez, y uno de los grandes problemas es que actualmente gran parte de los acreedores son tiendas del retail. En la gran mayoría de los casos –dice- con la liquidación no se alcanza a pagar la deuda a los acreedores, sino una muy pequeña parte y el resto se extingue. "Si invitamos a quebrar a más de un millón de personas que quedarán sin trabajo, puede reventar el sistema financiero y el retail", advierte el abogado.
Por su parte, el superintendente Hugo Sánchez, indica que "hay que considerar que estamos ante un fenómeno en curso que cambia diariamente y depende de múltiples factores, muchos de los cuales aún no se pueden conocer".